INSERCIÓN SOCIAL

REFLEXIÓN SOBRE INCLUSIÓN SOCIAL en base al texto presentado, dejando expuestas las opiniones personales de cada una de las estudiantes.  
  • ASCURRA ROXANA 

La inclusión social de las personas con discapacidad es un tema que considero fundamental en la sociedad actual. En mi opinión, es crucial entender la discapacidad como una cuestión de derechos humanos y no de asistencia o caridad. Me parece importante destacar que el enfoque tradicional que considera la discapacidad como una condición médica ha sido reemplazado por un modelo social que reconoce que son las barreras físicas, sociales y culturales las que limitan la participación de las personas con discapacidad. En mi análisis, la colaboración intersectorial entre el Estado, la sociedad civil y las propias personas con discapacidad es esencial para avanzar hacia la inclusión. Me gusta el principio de "Nada sobre nosotros sin nosotros", que garantiza la participación activa y la toma de decisiones de las personas con discapacidad. Considero que ámbitos clave como la detección precoz, la educación inclusiva y la transición laboral requieren atención y acción para promover la inclusión social. Además, creo que la pobreza es un factor agravante de la exclusión y la discapacidad, por lo que debe considerarse en todas las políticas públicas para garantizar igualdad de oportunidades. En definitiva, la inclusión social requiere una profunda transformación cultural para construir una sociedad más justa y respetuosa de la diversidad.

  • ERARIO NUÑEZ GUADALUPE 

En conjunto, la lectura de estos capítulos me enseña que la inclusión social de las personas con discapacidad es una tarea compleja que abarca toda la vida y requiere un cambio de mentalidad profundo. No basta con programas aislados; se necesita una visión compartida, transformación institucional, coordinación real entre todos los actores (gobierno, organizaciones, familias, comunidad), y un enfoque centrado en los derechos humanos y el potencial de cada persona, no en sus limitaciones. La educación y la formación para el trabajo son pilares esenciales, pero deben ser flexibles, adaptadas a la diversidad, y estar conectadas con el mundo laboral real. El énfasis en la detección temprana y el apoyo a las familias desde la primera infancia también parece fundamental. La evaluación continua, la investigación y la sistematización de experiencias son cruciales para asegurar que las políticas y programas sean eficaces y eficientes. Es un recordatorio de que, como futuros profesionales, debemos estar preparados para trabajar en equipos interdisciplinarios/transdisciplinarios y ver más allá de las etiquetas diagnósticas para centrarnos en el potencial y las barreras del entorno.

  • GOITIA GISEL 

Considero que, basándome en los capítulos leídos, la inclusión social ha avanzado en las últimas décadas, reconociendo que todas las personas, independientemente de sus diferencias, son sujetos activos con derechos y merecen igualdad de oportunidades. Es crucial abordar temas como la educación, el empleo y la participación en la sociedad, revisando las políticas existentes y proponiendo mejoras basadas en prácticas y experiencias que han funcionado en otros países como se menciona en el texto sobre Chile. Es importante que diferentes grupos del gobierno y la sociedad se involucren. Sin embargo, aún nos queda un largo camino por recorrer. A pesar de los progresos, persiste una parte de la sociedad que mantiene una mirada sesgada y limitada sobre la discapacidad. Este enfoque no sólo afecta a quienes enfrentan discriminación, sino que también empobrece muestra convivencia colectiva. Por lo tanto, es esencial seguir trabajando juntos para construir un entorno más inclusivo para todos.

  • NAVARRO MILENA 

Teniendo en cuenta los capítulos leídos y las reflexiones compartidas por mis compañeras. A pesar de todos los avances en derechos humanos, aún hay muchas personas con discapacidad que siguen siendo excluidas por una sociedad que, tristemente, no ha aprendido a mirar más allá de las diferencias. Nos recuerda algo esencial: la verdadera discapacidad no está en las personas, sino en la indiferencia, en los prejuicios, y en las barreras que seguimos levantando como sociedad. Lo que más me conmueve es cómo ha ido cambiando esa mirada. Ya no se trata de enfocarse en lo que no pueden hacer, sino en descubrir y potenciar lo que sí pueden. Ya no se habla solo desde la caridad, sino desde los derechos. Y eso marca una gran diferencia.

También me hizo pensar que en algún momento, todas y todos vamos a necesitar ayuda. Nadie está exento de enfrentar una discapacidad, ya sea por la edad, un accidente, o simplemente por el paso del tiempo. Por eso, pensar en una sociedad inclusiva no es pensar solo en “los otros”, es pensar también en nosotros mismos.

Finalmente, rescato la frase que me gustó mucho de Forrest Gump: todos somos iguales en nuestra diferencia. Y todos, en algún momento, enfrentamos limitaciones. Ojalá cuando eso nos toque, vivamos en un mundo que haya aprendido a derribar no sólo barreras físicas, sino también —y sobre todo— las mentales.

  • NAVARRO NOEMÍ 

Si bien la discapacidad concierne a todos los ámbitos de la sociedad, todavía los derechos humanos de la PCD siguen siendo limitados o negados. Hablar de inclusión social  tiene que ver con dar una respuesta apropiada a todos los aspectos de la diversidad, situando al individuo en el centro, no como objeto sino como sujeto activo de derecho. 

En Chile con la creación de la FONADIS, se avanzó hacia políticas de derechos y no de asistencialismo con el fin de buscar un desarrollo inclusivo para construir una sociedad más justa y fortalecer los derechos y la calidad de vida de las PCD. En cuanto a la transición al mundo laboral y a la vida adulta va a ser exitosa siempre y cuando se facilite la inserción de las PCD, eliminando barreras y adaptando entornos laborales, educativos e implementando programas de capacitación específicos para una integración real en la comunidad.

En este artículo se destaca que las personas con discapacidad tienen derecho a la igualdad de oportunidades y a la plena inserción social y que la integración beneficia tanto a quienes se integran como a la sociedad en general.

Consideramos que necesitamos incluir a todas las personas, también a aquellas con discapacidad, en la sociedad. Para lograrlo, debemos trabajar juntos, educar y capacitar para el trabajo, detectar y apoyar desde el inicio. No olvidemos que la discapacidad es una cuestión de derechos y que las barreras son las que limitan la participación. Juntos podemos construir una sociedad más justa y respetuosa.

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